siglo XIX

recostada en el lecho de muerte, las margaritas que abrazan este cuaderno....al grito del MALDITA!
Primaveral y soleado, este miércvoles se presneta prometedor
no tengo nada para hacer
más que hacerme cargo de mi vida
y siento que reís
Estás tan lejos, pero te escucho.

Gritás-dentro de tu cabeza hay un rincón oscuro con mi nombre, elñ calabozo inmoral-
gritás y ese mantra sin efecto que soy yo proyecta en las paredes de su mente tu voz antes tierna

helado y caliente, el beso qeu selló mi boca, cuando en un ataque repentino te cuestionaste la legalidad de todos los actos de toda tu no tan largaa existencia


Vomito letras...palabras con gusanos que reptan y viscoso pus nacen de mí..
Soy la angustiosa poetisa que quiso amarte como en las novelas del siglo XIX
que quiso describirt, imitando, idolatrando, discutiendo con Baudelaire.


pero sólo hago ésto....
Mis letras cuelgan de los cuadrados de la hoja como ganchos cuneiformes
Apenas entiendo lo que escribo


Escritura automática

No medito.No floto leve.............sólo repito lo que me dicta el baruqero....

Se me acalambran los brazos en esta pose sensual, femenina

me muero de ganas de actuar........verte1 oirte!

Quiéreme-me hace acordar..........
la brisa mueve la cortina recién lavada, desprovista de contaminación y huellas digitales.
las marcas en mi cuerpo desean ser rociadas con aceite vegetal.
Hoy probé de experimentar con el yoga y el reiki para calmar este eterno dolor físico.
jamás, jamás
hallaré el concreto para hacer un puente en mi abismo emocional

corazón, corazón de venecitas

A menos que te dignes a amarme, como en una novela del siglo XIX
entre chimeneas
revoluciones
barricadas y aguas servidas

Condicionantes
el vino y el opio
paraísos coloridos
más de mil combinaciones

sentimiento de letargo y languidez
A menos que te dignes a amarme así, con furia y devoción
enfermizas

No podré, ya, dejar de escribir esta prosa horrible y ganchuda

Infernal!