al comienzo

Vos buscabas su calma, y yo a mi misma…….
Desoíste mis tontas preguntas, teniéndola a ella en la cabeza….te carcomía, te destruía…te enfermaba……..

(Mientras sanabas, el cielo se abrió y vi la luz de la poesía.
Arriesgué todo a un número impar, y gané más de mil noches de inspiración.)

Tocías los pedazos de tu corazoncito tuberculoso.

(Yo los juntaba, en secreto, para armarlo de nuevo, y guardarlo en un rincón oscuro., pensando que, tal vez, en algún momento tu tiempo y mi tiempo se cruzaran….así yo te lo daría, junto con el mío.)

Tus ojos no me veían,
ciegos de amor…..
Mi cuerpo se movía,
triste, buscando el contacto visual.


Ella dejó una marca indeleble .Sus manos quemaron la piel sensible de tus lugares erógenos…… gemías en la oscuridad, temeroso y excitado, extrañando su presencia. Extrañando su ausencia.

Mientras la amabas todavía, me convertí en musa, me hice heroína. Salvé aldeas de monstruosos cíclopes, de fieras y dioses impiadosos….desafié a la esfinge, y convertí a Medusa en piedra…derribé estatuas de sal…

Fui la amante de un pintor, la estrella de un astrónomo, la llama creadora de un poeta, y la lluvia de un labrador……
Fui máscaras…fui personajes de ficción……..

Mientras la olvidabas dejé mi crisálida y conquisté el mundo. Mientras la olvidabas me encontré.

Entonces, un día como cualquier otro, el sol esclareció tu vista. Empezaste a temblar. Yo caminaba, perdida, entre las puertas de una sucia ciudad…
Me reconociste…supiste, desde siempre, quien era yo…
¿En cuántas vidas anteriores nos habremos amado, extraño?

No me atrevo a saltar……..sin paracaídas.
No me atrevo. No me atrevo. No me atrevo.

Pero lo veo.
Lo vi….Me mirabas d esa forma rara, directo a la boca, como experimentando con la imaginación el sabor de un roce….debiste besarme, extraño, cuando la oscuridad era nuestra cómplice y la gente caminaba de acá para allá….hablando de literatura.
Debiste hacerlo, extraño.

Juguemos a planear una revolución.
Yo seré la voz que grite-¡liberación!
Vos, quien haga las no reglas……..




Debiste hacerlo, extraño. Debiste haberme aprisionado, entre tu cuerpo y la pared…
Y dejarme muda y satisfecha, sonrojada y deshecha.
Debiste hacerlo…
porque
(Soy todo misterio) Sos todo lo que quiero.